texto: Tatiana Pardo
imágenes: Archivo
La artista rusa de la generación del constructivismo
diseñó estos uniformes deportivos de dramáticas líneas geométicas.
Al mirar sus bocetos siento ganas de ver más. A menudo olvidamos lo vanguardista que llegó a ser ese momento, cómo muchos de los diseños de principios de siglo xx resultan “modernos” hoy en día.
Artista perteneciente a la segunda generación de la vanguardia rusa, Varvara Stepánova puso su talento al servicio de la ideología marxista y promovió con sus diseños un cambio en el uso que se pretende dar al arte, buscando una audiencia mayor, conquistada no sólo por los contenidos, sino a través de las formas, los modos y los lugares. Stepánova se formó en la Academia de Arte de Kazan en Odesa, donde conoció a su esposo y colaborador Alexander Ródchenko.
De un modernismo irreprochable bajo las estrictas normas del constructivismo y de lo que debería de ser el vestuario del funcionariado según los principios planteados por la también artista Aleksandra Ekster, Stepánova creó uniformes de corte andrógino y estructurado, cuya geometría acentuada por gruesas líneas de color afirma un nuevo sentido no sólo de la ropa deportiva, sino de una vida de acción accesible también a las mujeres.
Al mirar su bocetos me encontré con, tal vez, la primera referencia de la intervención de una artista en ropa deportiva, de ésas que hoy abundan. Tal vez por esto siento ganas de ver más.