Diez años en imágenes de comida y gente
James Casey, Creador de Swallow Magazine
Lyon
“Mi amigo y colaborador Marcus Nilsson y yo llegamos a Lyon bastante tarde. Al ser una Francia rural, todos los lugares cerraban temprano. No era el caso de la brasserie St Georges. Parecia un lugar colosal, moderno y francés que los nazis hubieran comandado durante la ocupación”.
Los Ángeles
Ningún neoyorquino que se haga respetar diría lo siguiente: Amo LA. Más allá de toda esa moda de granola orgánica, hay una vena muy oscura. Kenneth Anger, Nathaniel West, David Lynch, el boulevard de los sueños rotos. Y la comida no está mal. Intenta evitar restaurantes elegantes. En centros comerciales encuentras sitios más gratificantes y variados.
Donut Time
In-N-Out. “No es tan bueno como todo mundo dice, pero aun así hago la gigantesca fila en la sucursal del aeropuerto apenas aterrizo”.
Moscú / San Petesburgo
Otro lugar oscuro que muestra su negrura en su carátula. Nunca he estado tan borracho en mi vida como lo he estado ahí. La comida en general es pésima, pero siento una especie de nostalgia espectral por ella. El segundo número de Swallow fue sobre el Expreso Transiberiano y parecía que yo era la única persona interesada la comida y cultura rusa.
Ritz: “Perdí mi pasaporte después de mi primera noche bebiendo vodka y pasé una semana en el Ritz Carlton mientras el resto del equipo tomaba un tren hacia Siberia. Es una imagen solitaria”.
Gogi: “Uno de los hermanos Totibadze –artistas de Georgia que viven en Moscú. Fueron cómplices en la pérdida de mis papeles”.
Pelmeni: “Dumplings siberianos y cuchara moscovita”.
Hermitage: “Uno de los mejores museos del mundo y protagonista de El Arca Rusa, la increíble película de Sakúrov hecha en una sola toma. Éste es el San Sebastián de Niccolò Renieri, y mi irrespetuoso flash”.
Singapúr
Es concebido generalmente como un sitio inocuo, como un pantano desinfectado al sur de Malasia. La verdad, a pesar de eso, es que tiene la mejor comida en el mundo, y el calor de la selva sólo sirve para añadir una sensación hirviente bajo la superficie. El vicio existe y es tolerado, siempre y cuando ocurra a puertas cerradas.
Durian: “Junto al caviar, ésta es la única comida con la que he soñado después de comerla. El Sabor es indescriptible, pero la mejor manera de explicarlo es como una especie de natilla dulce y salada”.
Ciudad de México
Uno de mis lugares favoritos en el mundo. He estado ahí más que en cualquier otra ciudad (aparte de los lugares en los que he vivido). Son muchas cosas las que me hacen volver, la comida es sin duda es una de ellas.
Pulque: “No tengo idea de quién era esa chica. Esta foto es el claro resultado de una larga noche”.
Plaza de Toros: “Ir a ver una corrida a la Plaza México es algo muy profundo. Lo que más me impresionó fue ver este espectáculo súper español en el centro mexicanizado a las orillas”.
MONGOLIA
Quizá el peor sitio para comer en el mundo. Leche fermentada y carne de oveja rancia, pocos vegetales. Ulán-Bator tiene una sensación soviética, bordeada de nómadas. Un destino salvaje para pasar una semana
Berlín
“Para el número de Swallow sobre Ciudad de México trabajamos en Berlín con la famosa artista de olores Sissel Tolaas. Había estado en el D. F. registrando olores de 200 barrios durante su residencia en Harvard. Gracias a la ayuda del iff (International Flavors and Fragrances) pudimos reproducir 20 de ellos para hacer calcomanías “rasca-huele” y ponerlas por toda la revista. Esta es una selección de moléculas y bases de donde sacamos nuestras esencias finales”.
Aquí está el dato curioso: como fundador de una revista de comida y viajes, la gente suele asumir que soy una especie de obsesivo culinario, siempre buscando los sitios más nuevos para comer alrededor del mundo —un foodie, supongo—. La realidad es muy lejana a eso. Por supuesto me gusta ir a restaurantes pero tengo gustos muy singulares respecto a lo que quiero comer. Se podría decir incluso que soy un reincidente en mis faltas. Las hamburguesas son un tema recurrente en mi vida.
Swallow Magazine comenzó como una excusa para viajar, conocer gente y descubrir nuevos lugares y cosas. Cuando llegué a Nueva York, con hambre y sin dinero hace casi 15 años, descubrí que comer en las cocinas de otra gente era un modo fácil y barato de viajar sin siquiera moverte de la ciudad. Comer en un agujero vietnamita en Chinatown te puede ilustrar muy bien a lo que sabe Saigón.
A pesar de ser una publicación de comida, me parece que Swallow utiliza este tema como una manera de mirar gente y lugares, al contrario de sólo enfocarse en platillos. En una conversación con el crítico de diseño Steven Heller, aparezco citado diciendo que somos la revista de comidacon menos contenidos de comida que existe. Me parece una descripción muy apropiada.