Keith Haring y 1800

Durante el otoño de 1981, la estación del metro Spring en Nueva York nunca había visto tantos coleccionistas de arte deambulando por la noche. Su objetivo: adueñarse de uno de los tantos paneles intervenidos por Keith Haring, el artista nacido en Pensilvania en 1958, cuya fama crecía meteóricamente. Esas hazañas nocturnas fueron el primer síntoma de lo que se convertiría en una brillante y corta carrera.

Al poco tiempo llegaron el que fuera su galerista —Tony Shafrazi— y uno de sus grandes impulsores —Andy Warhol—. Las grandes exposiciones (Documenta 7, Kassel) y trabajos con artistas importantes (Yoko Ono, Jenny Holzer) no tardaron en llegar. Para ese entonces, Haring le había dado al pop un nuevo aire. Las siguientes colaboraciones fueron externas al medio de las artes visuales: Madonna, Grace Jones, Timothy Leary, Borroughs, Malcom McLaren. En 1986, en su búsqueda de alcanzar una mayor y más diversa audiencia, inauguró la tienda Pop Shop en Soho. “El uso de proyectos comerciales me ha permitido llegar a millones de personas, a las cuales no habría podido alcanzar siendo un artista desconocido. Después de todo, el punto de hacer arte es comunicar y contribuir a la cultura.”

Cuervo 1800 recupera el espíritu pop y colaborativo de Keith Haring lanzando una nueva colección de botellas utilizando obras emblemáticas del artista estadounidense. “Estamos emocionados de llevar el trabajo de Keith a los hogares de la gente a través de esta oportunidad única. Keith siempre quiso que su arte fuera accesible, y muchos de los temas de éste siguen siendo totalmente innovadores”, aseveró Julia Gruen, directora de la Fundación Keith Haring respecto a esta emocionante mancuerna entre la marca y el trabajo del artista, que incluye seis botellas de edición limitada.