CUADERNO DE VIAJE
LAS POZAS

BETON MACHINE

fotografía: LUCAS CABTÚ

texto: DAVID STENT

Al atardecer, ligeramente iluminadas por las velas, hay un grupo de figuras de concreto colocadas sobre un techo cubierto de musgo que mira hacia el valle. La jungla y la plataforma de la exhibición son verdes como paño de billar. Alrededor de la finca Las Tres Cruces —o como otros la conocen, La Era— oscurecen los picos de las montañas huastecas.

A las orillas de este patio pavimentado, donde se secan al Sol los granos de café, hay un puñado de cabañas aban-donadas invadidas por el húmedo zumbido de la jungla. A la distancia se ven las luces del pueblo de Xilitla. Aquí, a fines de los años 40, Edward James y Plutarco Gastélum comenzaron a establecerse en su terreno recién adquirido, retirándose de la sociedad en este maravilloso paisaje aislado, creando un santuario para plantas y animales. El terreno se encuentra entre dos pequeños ríos que crean incontables cascadas y pozas de color turquesa.

Durante 20 años, James y Gastélum cultivaron orquídeas y criaron animales exóticos. Una nevada devastadora en 1962 dio pie al concreto armado, el material modernista por excelencia, y a elaboradísimas torres influenciadas por la flora y fauna de la zona. Empleando hábiles trabajadores locales, entre los que había carpinteros, albañiles y herreros, James supervisó la creación de estas estructuras hasta su muerte en 1984.

Esta exhibición es la fase final del programa anual del Visiting School de la Architectural Association de Londres, en Las Pozas, Xilitla. Este taller, que va en su tercera edición, se enfoca en el trabajo experimental con concreto armado, utilizando como punto de partida los ingeniosos encofrados realizados por James y un estudio detallado sobre las cualidades escultóricas del concreto.