Texto: Adam Nathaniel Furman
“El buen gusto no es sólo el reconocido buen gusto… sin duda existe el buen gusto del mal gusto.”
Susan Sontag, “Notas sobre lo camp”
El Buen Gusto es la tiranía que ejercen las hordas sin imaginación sobre aquellos que tienen la creatividad e inteligencia para construir sus propios sistemas de calidad y valor. El Mal Gusto es el momento en el que te liberas de las expectativas de la multitud Educada, el momento en el que escapas de la jaula donde esos zumbidos bien educados, intelectualoides y aburridísimos chocan incesantemente con los grises muros del buen gusto. El Mal Gusto es cuando finalmente puedes ver y explorar nuevos horizontes coloridos, repletos de cosas brillantes y extrañas. El Mal Gusto no es mal gusto, es la diversidad y riqueza de nuestro exuberante mundo, es el registro visual del gozo de la humanidad. No te permitas ser snob, no es más que un signo de tu propio encarcelamiento. Si el gusto en el que fuiste educado te hace rechazar algo, detente. Vuelve a mirar. Lo más probable es que aquello que has sido educado para no admirar, el Mal Gusto, sea en realidad la fuente de tu salvación, de tu libertad, y que, muy probablemente, sea de un mal gusto fantástico.